viernes, 28 de diciembre de 2012

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Nelson, Isidora, Vicente y Camila: Un canto a la vida, un canto a la dicha y un canto al amor

Con aquella hermosa frase con la que Julio Martínez terminó su discurso en la Primera Teletón, en 1978, empiezo esta columna - la última de este año 2012-, en la cual dejaré un poco de lado las temáticas televisivas, para contar una experiencia de vida y de superación que vale la pena conocer:


Esta es una historia, que he venido promocionando en las columnas anteriores, desde el mes de noviembre -cuyas primeras líneas redacté durante agosto de 2012-, y es sencillamente digna de que todo un país la conozca, porque por un lado, a través de la televisión, sólo en Teletrece Tarde del día sábado 30 de junio, se dio a conocer la información, y una mención en la edición central de Teletrece el mismo día. Las Últimas Noticias, pese al giro farandulero que tiene, destinó las páginas 2 y 3 a tratar esta noticia, sin sensacionalismos, debo reconocer eso. Pero algunos medios escritos (que no quiero nombrar) le dieron ribetes bastante sensacionalistas a esta información, en los que tampoco quiero ahondar, por respeto a los cuatro adolescentes que protagonizan esta historia, Nelson Cárcamo Muñoz e Isidora Becker Ravetllat, incluyendo también a los otros dos compañeros involucrados: Vicente Morales Durán y Camila Chadicadi Miranda.

La historia parte el día viernes 29 de junio del presente año (2012) a las 12.30 horas, cuando, Nelson, Isidora, Vicente y Camila, presenciaban un experimento "guiado y supervisado por el profesor de la asignatura de Química" -según el comunicado oficial que se ubica más abajo- en el laboratorio del Colegio Carpe Diem de la ciudad de Castro (Isla Grande de Chiloé), se produce un derrame de alcohol en una mezcla, al parecer, de permanganato de potasio con ácido sulfúrico (según declaró a Canal 13 Carolina Ponce, una de las compañeras). El derrame generó una llamarada que afectó a Vicente, Camila, Nelson e Isidora. Vicente y Camila fueron dados de alta ese mismo día, ya que sus quemaduras fueron leves. Isidora y Nelson, sufrieron quemaduras más serias, las cuales comprometieron sus vías respiratorias y extremidades, por lo cual debieron ser trasladados a centros más especializados: Nelson fue trasladado al Hospital Regional de Temuco, e Isidora, a la Clínica Indisa de Santiago. En lo personal, al enterarme de este hecho, encomendé la vida de esos niños a Dios, a Santa Teresa de Los Andes, a San Alberto Hurtado, al Padre Pío y a San Sebastián. Fueron días de mucha incertidumbre, pero...

La esperanza y la fe, quienes conocimos esta historia, y quienes creímos en la fortaleza de estos muchachos, nunca las perdimos.



Las oraciones mías, de varios de mis amigos, a quienes les comenté lo sucedido, aparte de todos los compañeros y comunidad escolar del Colegio Carpe Diem (y de muchos colegios de nuestro país), y de todos los chilenos que supieron la noticia a lo largo y ancho de nuestro territorio, surtieron efecto: Nelson empezó al día siguiente a responder al tratamiento aplicado y el día miércoles 4 de julio, fue desconectado del respirador artificial (al cual se le conectó para tratar la quemadura de la vía aérea) y para ser mejor atendido fue trasladado a la Clínica Indisa de Santiago, al igual que Isidora, quien el día viernes 6 salió de la Unidad de Cuidados Intensivos de la misma Clínica Indisa. Tanto Nelson e Isidora fueron conectados a ventilación mecánica por precaución, ya que si bien la quemadura de la vía aérea al final resultó ser leve, la necesidad de respirador se debió en gran medida al hecho que los niños aspiraron químicos, y los vapores de ciertos ácidos (como el sulfúrico) irritan las vías aéreas (son protocolos médicos que se hacen con personas que han aspirado químicos). Nelson en total estuvo internado 28 días (el 27 de julio fue dado de alta) e Isidora, 35 días (el 3 de agosto se le cursó su alta). Nelson, el 5 de agosto, volvió a la ciudad de Castro.

Cuando pasan situaciones como ésta, y muy especialmente cuando son jóvenes que están en pleno en desarrollo los afectados con hechos como este, uno se replantea muchas cosas, hace una retrospectiva de todo lo que uno ha vivido, con sus altos y bajos, momentos lindos y otros no tanto, y uno se va dando cuenta que en esta vida no está solo, y que hay muchos que siempre a uno están dispuestos a ayudarlo. Nelson e Isidora, así como también Vicente y Camila, por qué no decirlo, recibieron (y reciben aun) bastante apoyo de parte de muchas personas, y ese apoyo, que con mucho amor, les brindan sus más cercanos (y los que no lo somos) lo recibieron en cada minuto del trance que les tocó vivir, y lo siguen recibiendo aun, cuando han pasado prácticamente 6 meses de los hechos descritos con anterioridad.

La Estrella de Chiloé, Jueves 2 de agosto de 2012.


Amigos, acá quiero decirles algo: NELSON, ISIDORA, VICENTE Y CAMILA NOS DIERON UNA LECCIÓN DE AMOR Y DE VIDA... UNA HERMOSA LECCIÓN DE AMOR Y DE VIDA. No es una lección circunscrita a un curso, un colegio o a una ciudad; ES UNA LECCIÓN DE VIDA Y AMOR PARA TODOS LOS NIÑOS Y JÓVENES DE NUESTRO QUERIDO CHILE. En esos días en que especialmente Isidora y Nelson nos mantuvieron en vilo, dieron una silenciosa lucha, y la ganaron largamente, aferrándose a su más preciado tesoro: la vida; se aferraron a sus padres, que les dieron esa vida; se aferraron al deseo de continuar en esta tierra siendo un aporte a la sociedad en su conjunto. En este proceso no estuvieron (y no han estado) solos, tuvieron a sus padres a quienes mencioné hace un instante, a sus familiares y amigos, a sus profesores, a sus compañeros, a su colegio, a su ciudad... y a muchos que, como yo, a la distancia (desde Talca en mi caso) no los conocemos, pero que pese a aquello, creímos en ellos, creímos desde un primer momento en que iban a ganar la batalla... y lo consiguieron. Y por amplio margen mis amigos. Por esos días Raúl Becker, abuelo paterno de Isidora, la definió como "una excelente alumna y que siempre pone mucho empeño en las cosas que hace". Creo mis amigos, que estos 4 jóvenes (o niños si se quiere, ya que están en la adolescencia, una etapa de transición de la niñez a la adultez) le estaban poniendo empeño en su experimento cuando ocurrió el accidente. Le pusieron empeño en su recuperación, y le ponen más empeño ahora que están casi completamente repuestos.



Isidora, Nelson, Vicente y Camilia aun tienen una vida por delante, se aferraron a ella como lo dije hace un instante atrás, pero más que una vida por delante, tienen una misión que cumplir en esta tierra: entregar amor, entregar valores, entregar lo mejor de sí por el bien de la sociedad en su conjunto. Lo hicieron con creces durante el trance que debieron vivir, lo hicieron antes de la prueba que Dios les mandó, y hoy cuando ya superaron todos los obstáculos, lo hacen con más energía que nunca. Y lo hacen porque son cuatro adolescentes muy maduros para sus 14 años... ellos sí que están ahí con su familia, su colegio, sus estudios, porque quieren ser un aporte a la sociedad ahora en el presente (que lo son por lejos), y en el futuro, cuando todos ustedes sean unos profesionales, que sí estoy seguro que lo serán.

Pero este homenaje no sería completo si no menciono a un compañero que ha estado desde que Isidora, Nelson, Vicente y Camila tuvieron el accidente, a cada momento al lado de ellos: me refiero a Lucas Salazar Mardones. Este joven es verdaderamente un ejemplo de amor, de compañerismo, de solidaridad. Encabezó cuanta velatón, cuanta cadena de oración hubo, para ayudar a sus cuatro compañeros, y fueron hermosos gestos de tu parte Lucas, todos esos gestos, Isidora y Nelson, así como Vicente y Camila los recibieron en plenitud. Lucas pone un amor y un cariño incondicional en todo lo que hace... y son esos jóvenes a los que debemos potenciar. Quizá Lucas, no estuviste físicamente al lado de Nelson e Isidora (estaban en otras ciudades, bastante alejadas de Castro), pero ellos sintieron y recibieron toda tu estima, todo tu amor, todos tus sentimientos. Y, seamos honestos, no todos los jóvenes andan poniendo bombas incendiarias, actuando cobardemente como encapuchados, quemando buses o agrediendo a Carabineros... acá tenemos el ejemplo contrario. Un joven que a sus cortos 16 años está lleno de virtudes, que en jóvenes de su edad por Dios que nos cuesta reconocer. Hablamos de ellos muchas veces sólo cuando se ven involucrados en asuntos delictuales, o por la drogadicción, pero poco hablamos de ellos cuando hacen cosas positivas, y este es un ejemplo concreto, y su colegio se lo ha agradecido. Y la mayoría de nuestros jóvenes tienen, como Lucas, sus valores muy claros. No por unos pocos, pongamos a todos los jóvenes en el mismo saco, ya que la mayoría son como Lucas, jóvenes de bien. Y serán adultos de bien.

Respecto a lo anterior, rescato algo que me dijo nuestro amigo David Más Villalba (23) de Asunción, Paraguay:

"Jóvenes como estos son el presente y el futuro de nuestras naciones".

Razón no le falta, y es muy cierto aquello: los adolescentes, no son el futuro solamente de los países; son el presente, un presente que debemos cuidar y que los adultos debemos formar en pos de las nuevas generaciones.

Lucas Salazar nos demuestra el gran corazón que tiene encabezando una coreografía en apoyo a sus compañeros, la cual se puede apreciar en el video que veremos a continuación.


Isidora y Nelson, así como también Vicente y Camila, han requerido ayuda para superar las lesiones, y por sobre todo, el trauma vivido. No solo ellos, todos los alumnos que presenciaron el hecho también ha requerido ayuda para superar la experiencia. Y créanme que las mejores medicinas para superar estas experiencias duras, sin desmerecer la necesaria ayuda profesional, son la solidaridad, la lealtad, el amor, el compañerismo. Cuesta superar el trauma de experiencias como estas, es cierto, pero los cuatro valores que mencioné antes son la mejor cura para sanar las heridas que quedan. Y son valores que estos niños poseen de sobra, por ende, las heridas han tardado (y tardarán) menos en cicatrizar. Si lloran, que lloren todo lo que tengan que llorar, llorar no es de cobardes, sino que todo lo contrario, es un signo de que están descargando la pena acumulada, y que es muy bueno y sano expresarla. Y nadie chicos, créanme, nadie se va a reír de ustedes si lloran, al contrario, van a recibir a cambio, puro amor. Como decía un comercial hacia 1990, "no sientan vergüenza, nadie se va a reír de ustedes, porque los valientes también lloran", llorar niños, no es sinónimo de cobardía, al contrario; si en un comienzo, las lágrimas fueron de dolor, miedo e incertidumbre, hoy son de alegría, de esperanza, de superación, de un futuro mejor. Y nunca van a estar solos, siempre, aunque sea a la distancia (930 Km. en mi caso, que es lo que separa Castro de Talca) estaré y estaremos para apoyarlos, siempre van a tener el apoyo incondicional de sus padres, de sus compañeros en general, de sus profesores, de su ciudad, y de todos los que hemos conocido esta historia, a lo largo y ancho de nuestro hermoso país.



Del accidente sólo mencioné los hechos puntuales para entenderlo (han pasado recién sólo 6 meses), y en el resto sólo he querido destacar las virtudes de estos muchachos, quienes como lo dije antes, nos dieron una hermosa lección de amor, vida, y solidaridad. Una lección que todos los que conocimos esta historia hemos aprendido con creces. Y es más valioso aun conocerla en estos días que estamos viviendo las fiestas de fin de año, donde en medio de la vorágine por las compras navideñas y los preparativos para el Año Nuevo, es muy bueno y sano para la mente y para el espíritu, conocer estas historias, de personas anónimas, como Ud. o como yo, que no tienen una tribuna en televisión para exponer historias valiosas, la cual, como sabemos, le da tribuna al morbo, tongos, sueltas de turno, realities, peleas artificiales, odiosidades, y otras cosas que no quiero enumerar. HISTORIAS COMO ESTA QUE HE RELATADO EN ESTA COLUMNA, SON LAS QUE VALE LA PENA CONOCER. Y POR DIOS QUE NOS HACE BIEN CONOCERLAS. Y CONOCERLAS, NOS HACE CRECER COMO PERSONAS, NOS HACE SER MEJORES.

Al terminar, debo dar gracias a varias personas, en primer lugar, debo dar gracias a LUIS VOLKE, mi amigo de Puerto Montt, creador de este blog LogosCL, quien me da la posibilidad siempre de escribir lo que pienso sobre diversos tópicos televisivos (que son los que siempre abordo en el blog), pero que desde el primer momento me dijo "hazla, se la merecen el Nelson con la Isidora, vale la pena contar su historia". De verdad Luis, te las mandaste al darme la posibilidad de contar esta preciosa historia.

Y debo retribuir los tweets de agradecimiento a la sostenedora del Colegio Carpe Diem, Mariela García, también a su director, Luis Vera González, a Lucas Salazar, a Ricardo Becker y Giovanna Ravetllat (los padres de Isidora), y también al alcalde de Castro, Nelson Águila Serpa, y al concejal Francisco Vargas. También al Director de Aseo y Ornato de la Ilustre Municipalidad de Castro, Nelson Cárcamo (alcance de nombre con uno de los protagonistas de esta historia, pero se conocen sí). También a la profesora del Colegio Carpe Diem, Paulina Velásquez, quien también en su momento entendió el sentido de esta columna, y a Eduardo Barrientos, quien, a través de su agencia "Menta Publicidad" (le hago propaganda) hace toda la, valga la redundancia, publicidad del colegio. Gracias a todos ellos por haberme retwitteado algunos de mis mensajes... y pido disculpas si fui "catete" en su momento, pero fue mucho lo que me llegó, en lo personal, la historia que he contado en esta columna. Por eso tantos mensajes de apoyo a ellos.

Y debo agradecer a otros de mis amigos, a quienes me gustaría que conocieran los que lean esta columna:

GUILLERMO VERGARA ROSALES: Guillermo, mi entrañable amigo de Temuco desde hace casi ya 5 años, cuando te dije de esta historia, de inmediato me dijiste "hazla, se la merecen, Nelson e Isidora están empezando a vivir la vida". Siempre lees mis columnas, y esta, como todos mis amigos, la esperas con ansias. Al contarte esta historia, si ya conocía tu lado humano, con esto más se afianzó. Eres un grande Guillermo, tienes un gran corazón y me lo demostraste desde que te conté esta historia, y también cuando murió el Sapito Livinsgtone, uno de los grandes que -junto a Raquel Correa- partió mientras redactaba estas líneas. Y de paso, muchas gracias por el apoyo que me brindaste en la realización de esta columna.

ROBERTO CAAMAÑO RIQUELME: Roberto, dueño del blog "La Tele Según Caamaño" (donde también esta columna será publicada), otro de mis entrañables amigos, desde Concepción, y desde que te conté la historia, también me alentaste a hacer esta columna. Al igual que Guillermo, y varios de nuestros amigos, te enterneciste con la historia, porque de ver cómo fue evolucionando, del dolor a la recuperación. Para tu mamá, Olga, lo mismo, fueron puntales esenciales en esta columna, ambos tienen un gran corazón y son muy solidarios. A ambos, un agradecimiento especial en la realización de esta columna- homenaje.

OSCAR LEIGHTON QUIROGA: Oscar, me demostraste tu vocación de servicio cuando te conté esta historia, la que te enterneció de inmediato. Y le tomaste estima a estos niños, así sin conocerlos, lo cual a los que conocemos esta historia, nos sucedió. Siempre me dices: "Isidora y Nelson son dos niños de alma blanca y pura". Un grande de corazón y que valora a nuestra juventud, que no es el futuro, es el presente de Chile. Te agradezco enormemente tu apoyo.

FABIÁN REYES ALBORNOZ: Fabián, mi amigo busólogo, pasaste por un duro trance en el mes de mayo... pero te repusiste compadre. Te repusiste y con tu entusiasmo característico, me dijiste: "haz la columna para Isi y Nelson, se la merecen". Un gran corazón compadre, que me lo demostraste antes, durante y después de tu cirugía, y muy especialmente después de ésta, de la cual saliste airoso y te has recuperado paulatinamente con el tiempo. Gracias por tu apoyo.

PABLO ABARCA CARRASCO: Pablo, mi gran amigo de Hualpén, cuando te conté esta historia también te conmovió, y desde el primer momento, como muchos amigos más, me alentaste a hacer esta columna- homenaje, porque creíste en estos niños, creíste en su recuperación, y creíste en su fuerza. Gracias amigo por apoyarme en esta idea.

También agradezco a Guillermo Heredia Leal y a su mamá Silvana Leal Cofré (ambos de Maipú) Justin Brevis Medina (Viña del Mar), Nicolás García Alvarez (Antofagasta), David Más Villalba (desde Asunción del Paraguay), Pablo Yávar Espinoza (Chépica) entre otros, a quienes les confié esta historia, y siempre me apoyaron en esta -a lo mejor- loca idea de hacerles un homenaje a estos muchachos.

FINALIZO ESTA COLUMNA DICIENDO: NELSON, ISIDORA, VICENTE Y CAMILA... ESTE ES UN HOMENAJE A 4 JÓVENES QUE HACEN EL BIEN. 4 JÓVENES QUE ESTÁN JUNTOS EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS, AYUDÁNDOSE EL UNO AL OTRO. PARA USTEDES LES DIGO: "ARRIBA LA VIDA", ANTE LAS DIFICULTADES NO AFLOJEN, NUNCA VAN A ESTAR SOLOS ANTE LAS DIFICULTADES QUE LES DEPARE LA VIDA, SIEMPRE VAN A TENER LA AYUDA Y LAS HERRAMIENTAS PARA SALIR DEL PASO... Y SIEMPRE LO VAN A CONSEGUIR. NUNCA TIREN LA TOALLA. SIEMPRE SALDRÁN ADELANTE. Y AHÍ ESTAREMOS PARA DECIRLES:

¡¡ FUERZA ISIDORA, NELSON, VICENTE Y CAMILA!!

Y por supuesto, este grito de fuerza, se hace extensivo a todos quienes componen esa hermosa comunidad educativa llamada Colegio Carpe Diem de Castro.

Las fotos, salvo el comunicado oficial del Colegio Carpe Diem y la del frontis del Colegio, son de autoría de Lucas Salazar Mardones.

Por mi parte, con esta columna cierro mi trabajo en LogosCL por este 2012... y el 2013 se viene como siempre, destacando lo bueno y lo malo de la TV de antaño y la actual. Por eso decimos:

LOGOSCL... LA TV DE CALIDAD, NUNCA DEBIÓ IRSE.

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6 comentarios:

  1. Conmovedora la historia de los jóvenes chilotes, con esto, se inicia una tradición muy buena: Destacar Historias de Vida.
    Que tengas un Feliz Año Nuevo!

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  2. Miguel
    NOTABILISIMA ESTA COLUMNA!
    Demasiado conmovedora por la vida de 4 chicos se hizo una fase de fuerza y logro para ellos, ellos deben seguir adelante lo malo ya paso pero ellos deben tirar pa' lante su vida

    un arazo y que pases un feliz año nuevo
    desde Chepica
    Pablo Yavar

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  3. Excelente nota Miguel, realmente ellos valen mucho mas y ese tipo de cosas deben informarse seriamente y sin sensacionalismo. Son un ejemplo de vida estos 4 chicos. Un ejemplo que debe replicarse si ocurre otro tipo de accidente similar. En el colegio, se debe homenajear a ellos.

    Saludos desde Santiago, comuna de La Florida!
    ALVARO MATUS C.

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  4. Fabián Reyes Albornoz29 de diciembre de 2012, 4:05

    Perdónenme la expresión pero... simplemente... LA CAGÓ!!, Notable columna de nuestro amigazo Miguel.

    Estos muchachos al igual que yo, jamás se dieron por vencidos, si no que de a poco comenzaron a levantarse hasta estar 100% recuperados y haciendo su vida normal. Y claro, este homenaje se lo tenían más que merecido.

    Concuerdo también con Pablo y Álvaro obviamente ;)

    Saludos muchachos y Feliz 2013!!

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  5. miguel ,que gran corazón tienes , me enternesio mucho la historia de lucha contra la adversidad que le toco vivir a estos 4 niños , yo tengo un lolo de 17 años en cuarto medio y me pongo en los zapatos de los padres de estos chicos , que fortaleza de espíritu y fe en nuestro dios para que guiara las manos de los profesionales médicos en la recuperación de sus hijos y la gran unión del colegio alumnos , profesores y padres , es un gran ejemplo que debería haberse destacado mucho mas en nuestros medios de comunicación ; pero como tu dices " que vuelva la tv de calidad " ; saludos de estación central y bendiciones para los 4 niños y para toda la comunidad del colegio y sobre todo para ti amigo miguel.

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