domingo, 4 de septiembre de 2011

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Accidentes aéreos en Chile

La tragedia que embarga en estas horas a Chile me motiva a escribir estas líneas, se ha muerto Felipe Camiroaga, como lo dije ayer en una columna que redacté en su homenaje, junto a otras 20 personas, entre ellas un equipo de Televisión Nacional de Chile, del cual Camiroaga era parte... pero si bien han habido accidentes aéreos en Chile, estos no han sido muchos, pero algunos han dejado huellas difíciles de borrar.

por Miguel Gutiérrez

En octubre de 1972 viene uno de los más recordados y la mayor ocurrida hasta ahora en Chile, si bien ningún chileno falleció: un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya donde viajaba un equipo de rugby a disputar un torneo en Santiago, se estrelló en la Cordillera de Los Andes, a la altura del límite de las regiones de O'Higgins y el Maule. Era el llamado vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya. El jueves 12 de octubre el avión Fairchild Hiller FH-227 partió del Aeropuerto Internacional de Carrasco transportando al equipo de rugby del club de ex alumnos del Colegio Stella Maris de Montevideo, que se dirigía a jugar un partido contra el Old Boys de Santiago Se desarrollaba en ese momento un frente de inestabilidad en todo el sector de la cordillera central.

 

El mal tiempo les obligó a detenerse en el aeropuerto El Plumerillo, en la ciudad de Mendoza, Argentina, donde pasaron la noche. Al día siguiente, el frente persistía, pero debido a la premura del viaje y hechas las consultas pertinentes, se esperó sólo hasta la tarde, cuando amainaron levemente las condiciones de tormenta.

El vuelo continuó por la tarde del 13 de octubre con destino a Santiago de Chile. La ruta a seguir era vía Paso del Planchón entre las ciudades de Malargüe (Argentina) y Curicó (Chile).

Debido a un fatal error de navegación del navegante, teniente Ramón Saúl Mártinez, el piloto notificó a los controladores aéreos de Santiago de Chile que se encontraba sobre el Paso del Planchón, en Curicó, cuando en realidad se encontraban más al norte, en las cercanías del cerro El Sosneado y del volcán Tinguiririca, en la provincia de San Fernando, Chile. Este error de más de 100 km dificultó posteriormente las tareas de rescate.

El aparato descendió varios cientos de metros de golpe al atravesar varios pozos de aire. Ante esta situación, no faltó quien hiciera chistes sobre el incidente, o quien alzara los brazos y vitoreara como en una montaña rusa, o se aventara un balón de rugby. La serie de descensos bruscos hicieron que el avión perdiera más altitud, en medio de una nube (perdió casi 1.500 m).

Poco después, muchos de los pasajeros cayeron en la cuenta de que el ala del avión estaba muy cerca de la montaña. Dudaron si aquello era normal. Unos momentos después, los pasajeros se miraban unos a otros con terror, otros rezaban, al ver que estaban a unas decenas de metros de las laderas de un encajonado, esperando el inevitable choque del avión.

Al golpear el avión por tercera vez en un segundo pico, perdió el ala izquierda, quedando en vuelo únicamente su fuselaje, a manera de proyectil. Éste, aún con bastante velocidad, golpeó tangencialmente el terreno nevado y resbaló por una amplia ladera nevada y empinada de más de 4 km de largo hasta detenerse en un banco de nieve. Dos pasajeros más, atados aún a sus asientos, salieron despedidos por el boquete posterior.

El golpe de la nariz del avión contra el banco de nieve resultó fatal para los tripulantes de cabina. La fuerza del golpe hizo que el tren de aterrizaje delantero, todavía en su pozo, comprimiera fuertemente la cabina del avión hacia atrás, atrapando a sus ocupantes contra el panel de instrumentos.


Los pasajeros que quedaron dentro del fuselaje fueron comprimidos en sus asientos hacia la parte frontal de éste, que se elevó hasta casi tocar el techo. Muchos pasajeros sufrieron traumatismo craneoencefálico (TCE), lo que provocó su muerte, mientras que otros quedaron atrapados en sus asientos sin posibilidad de zafarse. Para el resto, el golpe fue amortiguado. Increíblemente, algunos pasajeros resultaron ilesos o con tan sólo heridas leves. Hubo otros pasajeros con heridas internas graves que fallecieron en horas posteriores. De inmediato, Marcelo Pérez, el capitán del equipo de rugby, organizó a los ilesos para ayudar a liberar a los que seguían atrapados y a los heridos, despejando el fuselaje para prepararse para la noche.

De las 45 personas en el avión, trece murieron en el accidente o poco después (entre ellos 4 de los 5 miembros de la tripulación); otros cuatro habían fallecido a la mañana siguiente, y el octavo día, murió una pasajera de nombre Susana Parrado debido a sus lesiones. Muchos de los fallecidos quedaron comprimidos entre asientos o atrapados por ellos mismos.

El piloto Julio Ferradas murió víctima de un TCE y el copiloto Dante Lagurara murió tras agonizar toda la noche, al amanecer del día siguiente. 27 personas sobrevivieron durante 72 días y la verdad es que muchos sobrevivieron porque comieron carne de los cadáveres que quedaron tras el accidente. La ayuda llegó cuando Roberto Canessa y otros dos rugbistas (Nando Parrado y Antonio Vizintin), encontraron a un arriero llamado Sergio Catalán, el día miércoles 20 de diciembre de 1972, el cual entendió el siguiente mensaje:

Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo. Hace 10 días que estamos caminando. Tengo un amigo herido arriba. En el avión quedan 14 personas heridas. Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos cómo. No tenemos comida. Estamos débiles. ¿Cuándo nos van a buscar arriba? Por favor, no podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?”


Con esto se organizó el rescate con Carabineros y la FACH, y los sobrevivientes, junto a los restos de los fallecidos fueron trasladados al actual Grupo 10 de la FACH en Santiago. Los restos del avión aun yacen en el lugar, donde se hacen expediciones frecuentemente.

Casi 10 años después, el jueves 9 de diciembre de 1982, en la víspera de la Quinta Teletón, el vuelo 304 de la desaparecida línea Aeronor, se estrella en el Aeropuerto de La Serena, poco antes de un aterrizaje de escala (el vuelo se dirigía a Antofagasta). El accidente dejó 46 muertos, entre los cuales destaca la periodista Silvia Pinto, quien iba a cubrir a tierras papayeras, las alternativas de la, hasta ese momento, última Teletón. La línea Aeronor desapareció en 1986.

El jueves 7 de febrero de 1991, en el Lago Caburgua, una avioneta se precipita a tierra por falta de combustible, en esta tragedia muere la productora de teleseries de TVN Sonia Fuchs, (madre de Rodrigo Jordán) su esposo y el piloto de la aeronave. Televisión Nacional vivió este duelo, con un minuto de silencio al inicio de la tercera noche del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.

1996 estuvo marcado por dos tragedias aéreas en Perú, y en ambas murieron chilenos. El jueves 29 de febrero, el vuelo 251 de Faucett, un Boeing 737-200 se estrelló en la zona denominada "Ciudad de Dios", en las montañas cercanas a la ciudad de Arequipa, muriendo todos sus 117 pasajeros y 6 tripulantes. 40 de los pasajeros eran chilenos (Faucett quebró en noviembre de 1999). Y el miércoles 2 de octubre, en medio de una huelga de profesores en nuestro país, el vuelo 603 de Aeroperú que partió desde una escala en Lima (había salido de Miami) rumbo a Santiago, el vuelo sale desde Lima a las 00.40 y a las 01.11 se le pierde el rastro. A primera hora del miércoles 2 se supo que el avión había caído al mar frente al puerto del Callao, muriendo sus 70 pasajeros y toda la tripulación, 30 de los pasajeros eran chilenos.

Accidentes han habido muchos, pero la verdad es que con esta reseña de los que más recuerdo en este instante, quiero dar a conocer que si bien Chile no es un país de grandes tragedias aéreas... la ocurrida esta semana nos golpea y fuerte a todos los chilenos. A esta tragedia me referiré en un tiempo más, cuando ojalá se recuperen todos los cuerpos de los fallecidos, entre ellos el de Felipe Camiroaga.

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3 comentarios:

  1. Me acuerdo de la tragedia del 96, de hecho en una tanda comercial de TVN aparece un extra de 24 Horas con la noticia.

    Cuantas peliculas se hicieron con el accidente de la Selección Uruguaya de Rugby, la más conocida es "¡Viven!" que dieron no se cuantas veces en el Mega.

    Saludos.

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  2. Yo recuerdo uno del año 1961,un DC-3 de Lan que venia de Osorno a Santiago, se estrello en el cerro Lastima (provincia de Linares).
    Otro del año 1965, tambien de Lan, un DC-6 que se dirigia de Santiago a Montevideo, se estrello en la zona de Las Melosas en el Cajon del Maipo.
    En 1968, un avion de Ladeco se estrello cerca de Coyhaique.
    En ninguno de ellos hubo sobrevivientes.

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  3. Yo recuerdo que hace 25 años, el 15 o 16 de octubre de 1986 cayó un avión de la Aviación Naval, Armada de Chile (Casa 212) cerca de papudo; lo recuerdo muy bien porque dos de los tripulantes eran vecinos, compañeros de trabajo y amigos de mi papá (Pedro Araneda Luengo y Onésimo Díaz, QEPD). Murió, además, toda la tripulación. Yo tenía 12 años y era muy triste no saber nada de ellos, hasta que encontraron el avión y los cuerpos calcinados. El avión era de la Base Aeronaval de El Belloto (5a región).

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